Y entonces yo, en vez de bajarte el cielo, te subí a él. Nos quedamos aquí. Te dije: Seamos una estrella que se cumple. Nunca tuve tantas ganas de ponerle a mi rutina tu nombre, como ahora. Es como añadirle una exclamación a un puñado de frases corrientes.
Serie Atemporal
Te presento uno de lo proyectos en los que he trabajado en silencio y por un largo tiempo,...